CLASE 2 SVB
Reanimación en adultos
Reanimación en adultos
RCP es el acrónimo de Reanimación CardioPulmonar. Son las maniobras que debes realizar cuando detectes que una persona se encuentra en parada cardiorrespiratoria (PCR): inconsciente y que no respira. Es el segundo eslabón de la cadena de la supervivencia, aquellas acciones que hay que realizar para reanimar a una persona en PCR. (Si aún no sabes evaluar el nivel de consciencia y la respiración lee el artículo de la Cadena de la supervivencia)
Maniobras de reanimación
Cardiopulmonar AHA 2025
La reanimación cardiopulmonar RCP) es una intervención crítica que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones de paro cardiorrespiratorio. Las guías de la American Heart Association AHA 2025 representan la referencia internacional más actualizada y rigurosa para la ejecución de maniobras de RCP, integrando la mejor evidencia científica disponible y adaptando los procedimientos para maximizar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.
El paro cardíaco súbito es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. La aplicación inmediata y adecuada de maniobras de RCP puede duplicar o triplicar la probabilidad de supervivencia. Por ello, la AHA enfatiza la importancia de una cadena de supervivencia robusta, que involucra el reconocimiento temprano, la activación del sistema de emergencias, la RCP de alta calidad, la desfibrilación temprana y los cuidados post-paro.
La secuencia de la RCP se basa en el esquema C A B Compresiones, Apertura de vía aérea y Ventilación), priorizando las compresiones torácicas para restablecer el flujo sanguíneo cerebral y coronario.
Antes de intervenir, es fundamental asegurarse de que el entorno sea seguro tanto para el reanimador como para la víctima. Esto previene accidentes adicionales y permite una atención eficaz.
Acercarse a la persona y golpear suavemente sus hombros. Preguntar en voz alta: “¿Se encuentra bien?”.
Si no responde, se considera inconsciente y se debe actuar de inmediato.
Llamar al número de emergencias 911) o pedir a alguien más que lo haga. Solicitar un Desfibrilador Externo Automático DEA) lo antes posible.
Revisar si la víctima respira con normalidad y si tiene pulso carotídeo durante 5 10 segundos.
Si la víctima no respira normalmente o solo jadea, y no tiene pulso, iniciar RCP de inmediato.
Colocar a la víctima en decúbito supino sobre una superficie firme.
Colocar el talón de una mano en el centro del tórax (mitad inferior del esternón) y la otra mano encima.
Realizar compresiones a una frecuencia de 100 120 por minuto, con una profundidad de 5 6 cm.
Permitir la expansión completa del tórax tras cada compresión y minimizar las interrupciones.
Utilizar la maniobra de extensión de cabeza y elevación del mentón. Si se sospecha lesión cervical, emplear la tracción mandibular.
Administrar 2 ventilaciones tras cada 30 compresiones.
Cada ventilación debe durar aproximadamente 1 segundo, asegurando la elevación visible del tórax.
Evitar la hiperventilación.
En cuanto esté disponible, encender el DEA y seguir sus instrucciones.
Colocar los parches en el tórax desnudo de la víctima, evitando dispositivos implantados o parches médicos.
Permitir que el DEA analice el ritmo cardíaco.
Si indica descarga, asegurarse de que nadie toque a la víctima y presionar el botón de descarga.
Reanudar la RCP inmediatamente después, siguiendo las indicaciones del DEA cada 2 minutos.
Mantener ciclos de 30 compresiones y 2 ventilaciones.
Alternar reanimadores cada 2 minutos si hay más de uno, para evitar la fatiga.
Continuar hasta la llegada de servicios de emergencia, retorno de la circulación espontánea o agotamiento del reanimador.
En casos de sospecha de sobredosis de opioides, administrar naloxona si está disponible.
En mujeres embarazadas, tras la reanimación, colocar a la paciente sobre su lado izquierdo para mejorar el retorno venoso.
Si la víctima tiene vello abundante, sudor o está mojada, preparar el tórax antes de colocar los parches del DEA.
La correcta aplicación de las maniobras de reanimación cardiaca según la AHA 2025 requiere conocimiento, destreza y rapidez de acción. La secuencia paso a paso garantiza intervenciones eficaces, aumentando significativamente las probabilidades de supervivencia y recuperación neurológica. La capacitación continua y la actualización en las guías vigentes son esenciales para todo profesional de la salud y la comunidad en general.